La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por un aumento de los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre. Esto es debido a que el páncreas no produce insulina, una hormona producida por el páncreas que permite que la glucosa entre en las células del cuerpo, donde se utiliza como fuente de energía.
Sin suficiente insulina o con una respuesta ineficaz a la insulina, los niveles de glucosa en la sangre pueden aumentar, lo que lleva a diversos síntomas:
Aumento de la sed y la micción: Las personas con diabetes pueden experimentar sed excesiva (polidipsia) y aumento de la necesidad de orinar (poliuria).
Aumento del hambre: A pesar de comer, las personas con diabetes pueden sentir hambre constantemente debido a la incapacidad del cuerpo para utilizar adecuadamente la glucosa como fuente de energía.
Pérdida de peso inexplicada: A pesar de comer más, algunas personas con diabetes pueden perder peso sin una razón aparente.
Fatiga: La falta de energía puede ser un síntoma común debido a la incapacidad del cuerpo para utilizar eficientemente la glucosa.
Visión borrosa: Los niveles altos de glucosa en sangre pueden afectar la función de los ojos y causar visión borrosa.
Cicatrización lenta de heridas y infecciones recurrentes: La diabetes puede afectar la capacidad del cuerpo para curarse y combatir infecciones.
Hormigueo o entumecimiento: Pueden ocurrir sensaciones de hormigueo o entumecimiento en las extremidades debido a daño nervioso (neuropatía).
Infecciones recurrentes: Las personas con diabetes son más propensas a infecciones, especialmente en la piel y las encías.
Náuseas y vómitos: En algunos casos, la diabetes puede causar problemas gastrointestinales.
Tipos de diabetes
Tipo 1 (DT1). Representa entre el 5-10 % de todos los casos de diabetes diagnosticados. Se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere siempre administración de insulina. Aparece generalmente en niños y suele presentarse de forma brusca, independientemente de que existan antecedentes familiares.
Tipo 2 (DT2). Representa entre el 80-90% de todos los casos. Se caracteriza porque el cuerpo no utiliza correctamente la propia insulina y está muy asociada al sobrepeso y al sedentarismo. Surge en la edad adulta, su incidencia aumenta en personas de edad avanzada y es unas diez veces más frecuente que la tipo 1.
Gestacional. Se caracteriza por una subida de azúcar (hiperglucemia) que aparece durante el embarazo. Suele desaparecer tras el parto, pero estas mujeres tienen un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 a lo largo de su vida.
Tratamiento
Varia segun la gravedad de la enfermedad pero los cambios en el estilo de vida, medicamentos orales e inyecciones de insulina son los mas comunes. La diabetes se puede tratar y sus complicaciones se pueden evitar o retrasar con exámenes y tratamientos regulares
Cada 14 de noviembre, se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, que es una oportunidad para crear conciencia sobre el impacto de esta enfermedad en la salud de las personas. Busca también destacar las oportunidades que existen para fortalecer la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la diabetes.
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