Tras la actividad física el corazón sigue latiendo más rápido de lo normal, la temperatura corporal es más alta y los vasos sanguíneos se encuentran dilatados. La relajación después de la actividad física permite disminuir de forma gradual el final de la sesión.
Para lograr la relajación se pueden usar diferentes métodos e incluso combinarlos:
- Estiramientos y elongaciones: pueden ayudar a reducir la acumulación de ácido láctico, el cual, puede dar lugares a calambres musculares y rigidez
- Caminatas suaves durante unos 5 minutos o hasta que baje su frecuencia cardíaca
- La respiración es fundamental, cuando se elonga, camina o busca una posición cómoda para relajar
La relajación es un estado natural, que debido al ritmo de la vida que llevamos muchas veces se transforma en un estado díficil de lograr, pero si comenzamos a practicarla habitualmente, sentiremos que nos aporta un profundo descanso y nos ayudará a equilibrarnos, liberándonos de tensiones musculares o psicológicas, repercutiendo positivamente en nuestro estado general.
Relajarse es la mejor solución para hacer frente al dia a dia. Tomarnos 5 minutos para relajarnos y hacer respiraciones conscientes cuando nos sentimos desarmonizados será un primer paso.
Hay diferentes técnicas que pueden ayudarte y al hacerlo con asiduidad, los beneficios físicos y emocionales empezarán a ser evidentes y serán cada vez más permanentes.
