Con la llegada del verano y las elevadas temperaturas, es común experimentar fatiga y encontrar dificultades para iniciar la rutina de entrenamiento. Sin embargo, el calor no debe ser un obstáculo para mantener nuestra actividad física. Les compartimos algunos consejos a tener en cuenta a la hora de entrenar:
Hidratación y alimentación: Aumenta la ingesta de líquidos, ya que el cuerpo tiende a perder más agua con el calor. Los entrenadores deportivos recomiendan tomar hasta medio litro de agua una hora antes de empezar y beber un vaso de agua (entre 200 y 300 ml) cada 20 minutos si es posible. Tambien, incorpora alimentos de temporada con alto contenido de agua
Evita las horas de mayor calor: Si entrenas al aire libre, es crucial evitar el período entre las 12hs y las 17hs, cuando las temperaturas son más elevadas y existe mayor riesgo de sufrir golpes de calor. Opta por realizar tu entrenamiento temprano en la mañana o al final del día
Elección de ropa adecuada: Utiliza prendas ligeras, transpirables y de colores claros que no absorban el calor. Protege tu cabeza con gorras y tus ojos con gafas de sol para prevenir la exposición directa al sol
Protección solar: Un factor de protección solar de al menos SPF 30 (mejor un SPF 50) previen las quemaduras solares mientras ejercitas
Atención al calzado: En actividades que requieran calzado, prioriza la comodidad y la transpirabilidad. Opta por calzado que permita la ventilación, asegurando la comodidad durante el ejercicio
Adapta tu ritmo: Escucha a tu cuerpo y ajusta tu ritmo según las condiciones del día. Si el calor es intenso y sientes fatiga, no dudes en adaptar la intensidad de tu entrenamiento para evitar el agotamiento extremo
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